CALAVERITA LITERARIA

En el despacho Nieves y Mazuzky,
Tres abogadas de gran astucia,
Rossy, Tzinnya y Lupita,
Con la ley siempre en disputa.

La Catrina un día llegó,
Con su manto y su guadaña,
A las tres abogadas buscó,
Para llevarlas a su entraña.

Rossy, con su risa franca,
Le dijo a la huesuda:
«¡No nos llevarás tan fácil,
Tenemos mucho que hacer aún!»

Tzinnya, con su mirada aguda,
Le replicó sin titubear:
«Con leyes y argumentos,
Te haremos retroceder.»

Lupita, con su voz serena,
A la muerte desafió:
«En este despacho hay justicia,
Y no nos rendiremos hoy.»

La Catrina, sorprendida,
A las tres dejó en paz,
Pues vio en sus corazones,
Un fuego que no se apagará jamás

“De Hammurabi a la Era Digital: La Fascinante Evolución del Derecho y los Derechos Humanos”

La evolución de los derechos humanos es una historia fascinante que abarca milenios, desde las primeras leyes escritas hasta los desafíos contemporáneos en la era digital.

Antigüedad: El Código de Hammurabi

El viaje comienza en la antigua Mesopotamia con el Código de Hammurabi, uno de los primeros conjuntos de leyes escritas, creado alrededor del 1754 a.C. Este código establecía normas y castigos específicos, sentando las bases para la justicia y el orden en la sociedad. Aunque no reconocía derechos humanos como los entendemos hoy, fue un paso crucial hacia la formalización del Derecho.

Edad Media: La Influencia de la Iglesia y la Carta Magna

Durante la Edad Media, la Iglesia Católica tuvo una influencia significativa en el Derecho, promoviendo principios de justicia y moralidad. En 1215, la Carta Magna en Inglaterra marcó un hito al limitar el poder del monarca y establecer ciertos derechos para los nobles, sentando las bases para el desarrollo del constitucionalismo.

Renacimiento y Reforma: Redescubrimiento y Revolución

El Renacimiento trajo consigo el redescubrimiento del Derecho romano y una mayor valoración de los derechos individuales. La Reforma Protestante también desafió la autoridad establecida, promoviendo la idea de libertad de conciencia. Estos movimientos prepararon el terreno para las revoluciones que transformarían el mundo.

Ilustración: Derechos Naturales y Revoluciones

La Ilustración fue una era de pensamiento crítico y filosófico que promovió los derechos naturales. Filósofos como John Locke y Jean-Jacques Rousseau argumentaron que los derechos a la vida, la libertad y la propiedad eran inherentes a todos los seres humanos. Estas ideas influyeron en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano durante la Revolución Francesa y en la Constitución de los Estados Unidos.

Siglo XIX: Abolición y Movimientos Sociales

El siglo XIX vio la abolición de la esclavitud en muchas partes del mundo y el surgimiento de movimientos por los derechos de las mujeres y los trabajadores. Estos movimientos ampliaron la noción de derechos humanos, abogando por la igualdad y la justicia social.

Siglo XX: Declaración Universal de los Derechos Humanos

El siglo XX fue testigo de dos guerras mundiales que subrayaron la necesidad de una protección global de los derechos humanos. En 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un documento histórico que establece los derechos y libertades fundamentales que deben protegerse para todas las personas.

Era Digital: Nuevos Desafíos y Oportunidades

En la era digital, los derechos humanos enfrentan nuevos desafíos y oportunidades. La globalización y el avance tecnológico han planteado cuestiones sobre la privacidad, la libertad de expresión y los derechos digitales. Organizaciones internacionales como la ONU y la Corte Penal Internacional trabajan para abordar estos desafíos y proteger los derechos humanos en un mundo cada vez más interconectado.

Blog

Las mujeres y el derecho

¡Hola queridos lectores!

El siguiente escrito tiene la intención de asomarnos un poco a cómo se ha ido transformando el ingreso de las mujeres al “escabroso mundo de las leyes y el litigio” reservado (como tantas otras profesiones) a los hombres. 

Pues bien,  como todos hemos escuchado y leído a las mujeres aproximadamente  a partir de los años 50’s que se le dio derecho al voto, han ido conquistando terrenos y profesiones que no habían sido exploradas y mucho menos permitidas para que las desarrollara una mujer. Por supuesto, la Licenciatura en Derecho no es la excepción, ¡jamás!, ¿cómo una mujer estudiando leyes? ¡qué se vaya a su casa a las labores propias de su género!.  Quiero que sepan que este estigma no tiene mucho eh! Yo no son tan longeva y me enfrenté a ello.

Les presento a la primera abogada, Sarmiza Bilcescu (1867-1935)

La primera mujer que consiguió un doctorado en derecho fue la rumana SarmizaBilcescu y lo obtuvo en la Universidad de París después de luchar contra la misoginia y las continuas trabas con las que se encontró por el simple hecho de ser mujer. Sarmiza, que había vivido en su propia piel la injusticia de la inexistencia de mujeres en la universidad, nunca se dedicó a la abogacía, sino que dedicó toda su vida a defender los derechos femeninos.(http://www.mujeresenlahistoria.com/2015/01/la-primera-abogada-sarmiza-bilcescu.html)

Muchos hemos conocido o escuchado de las revueltas, marchas, disputas, conferencias, etc. En busca de la equidad de género; creánme  yo no estoy a favor de muchos extremos mal entendidos de ésta búsqueda de igualdad y equidad de género (hembrismo), en diversas ocasiones he manifestado que la verdadera razón de esto es el derecho a trabajo e igualdad salarial, así como oportunidad de puestos, derecho a estudiar, derecho a decir lo que sientes y piensas (siempre con respeto), derecho a tener decisión sobre ti misma, tu cuerpo y tu pensamiento.

Así las cosas estimados lectores,  la realidad es que lo único que querían muchas de estas mujeres antecesoras que nos abrieron camino era eso; ser respetadas y oídas

Y seguimos en ese proceso, descubriendo nuevos horizontes, nuevos caminos, nuevas profesiones; pero también seguimos siendo madres, femeninas, esposas, novias, hermanas, hijas; aguerrídas y decididas a seguir conquistando al mundo. 

Me despido, esperando les guste mi aportación; quedando en espera de sus comentarios y sugerencias para siguientes publicaciones.

¡Hasta pronto!